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Netzwerk gegen Straflosigkeit / Red contra la impunidad / Network against impunity

12.10.2007, Venezuela, FEDEFAM: Declaracion de COFADEPA-HG


Comité de Familiares de Desaparecidos de Panamá
Héctor Gallego
COFADEPA-HG


A 39 años del Golpe Militar

¡PROHIBIDO OLVIDAR!

Hace 39 años –en el marco de la implementación en América Latina de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional enseñada por el ejército de Estados Unidos en la Escuela de las Américas- el orden constitucional fue violentado por la Guardia Nacional mediante un golpe de Estado militar encabezado por Omar Torrijos y Boris Martínez. 

Desde el primer momento la protesta del pueblo panameño en defensa de la democracia no se hizo esperar.  La Guardia Nacional respondió reprimiendo tanto las protestas cívicas como la resistencia armada con los métodos contrainsurgentes aprendidos en los fuertes militares gringos establecidos en la antigua Zona del Canal.  La persecución, los arrestos, las torturas, los destierros, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales, dejaron cientos de víctimas entra la familia panameña. 

No había ante quien acudir en demanda de justicia, pues las instituciones de investigación (DENI) y los funcionarios de instrucción judicial del Ministerio Público quedaron directamente bajo las órdenes de los entorchados.  Personeros, jueces y magistrados eran nombrados a dedo desde los cuarteles y fallaban según las órdenes telefónicas de los gorilas.  Así las cosas, los propios violadores de los derechos humanos eran los encargados de investigar dichos casos, de levantar los expedientes y de juzgar los delitos del cuerpo político mandante.  Eso explica los sobreseimientos y las decisiones judiciales que han dado pie a 39 años de crímenes en impunidad ante más de un centenar de  casos de asesinatos y desapariciones forzadas. 

Las posibilidades de denuncia pública también fueron cercenadas.  Los medios de comunicación fueron silenciados,  se cerraron emisoras o fueron destruidas, se hechó ácido corrosivo en las rotativas de los periódicos y muchos aún recordamos la orden castrense de cerrar los medios de comunicación “¡Desde ya!”, para finalmente apoderarse de los mismos.  Luego vendrían los asesinatos selectivos y los crímenes cometidos por grupos de pandilleros, “pie de guerra” y varilleros llamados cínicamente “batallones de la dignidad”.

Como quien lee un pasquín, el “hijo del general” nos pide que pasemos esa hoja negra de la historia panameña y dejemos todo en la impunidad y el olvido, tal vez de la misma forma como el Partido Revolucionario Democrático, PRD, ha olvidado y dejado en desamparo a las víctimas de la invasión yanqui del 20 de diciembre de 1989.  Por su parte, sus copartidarios, Juan José Amado III, exdirector del Instituto de Acueducto y Alcantarillado Nacionales, IDAAN, y Benjamín Colamarco, actual Ministro de Obras Públicas, MOP, dicen sentirse orgullosos de aquel  pasado (?) de corrupción y de delitos de lesa humanidad.  Por consiguiente, según ellos, ni el PRD ni el Estado deben pedirle perdón a la víctimas, a sus familiares ni al pueblo panameño.  En otras palabras, al no reconocer el gran daño hecho a la Patria, a la democracia, al erario público, a los principios de justicia y a la convivencia pacífica, mal pueden mostrar arrepentimiento o propósitos de enmienda.

Durante todos estos años se les ha denegado justicia a las víctimas de la dictadura y a sus familiares.  Pese a que son conocidas las circunstancias que impidieron se hiciera justicia y a que es admitido universalmente que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles, el Estado –especialmente a través de funcionarios vinculados al brazo político de los militares golpistas (PRD) que han indultado a los inculpados antes de ser presentados a los tribunales- ha venido declarando la prescripción de estos delitos violatorios a los derechos humanos.  Funesto resulta que la propia Corte Suprema de Justicia en la persona de las magistradas Graciela Dixon, actual presidenta de esta Institución, y Esmeralda de Troitiño hayan declarado 6 casos de prescripción en torno a esta naturaleza de delitos.  

Es por esto que consideramos un contrasentido y una verdadera infamia que el presidente Martín Torrijos haya tenido la osadía de postular a la licenciada Graciela Dixon para ocupar un cargo de magistrada en el Tribunal Penal Internacional, constituido precisamente para juzgar crímenes de guerra, delitos de lesa humanidad y violaciones a los derechos humanos.

COFADEPA-HG seguirá luchando, junto a  todo ciudadano honesto de este país,  porque se conozca la verdad y se haga justicia, para acabar con la impunidad reinante, para que la verdad sea conocida por las nuevas generaciones, para que todos seamos educados en el respeto al ser humano y sus derechos, para que nunca olvidemos y para que no se siga repitiendo esta historia.

 
¡Exigimos respeto a los Derechos Humanos!

¡No a la Prescripción de Delitos de Lesa Humanidad!

¡Por la Verdad y la Justicia, No a la Impunidad!

11 de octubre de 2007

 

Comité de Familiares de Desaparecidos de Panamá Héctor Gallego

COFADEPA-HG

Miembro de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, FEDEFAM.

COFADEPA-HG es miembro de FEDEFAM, organización con Status Consultivo en Categoría II ante el Consejo Económico y Social de  Naciones Unidas.



La Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos es un organismo regional

dedicado a luchar contra la práctica de las desapariciones forzadas.

Tiene status consultivo en Categoría II ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. 

Argentina, Bolivia, Brasil Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Perú, Panamá, Paraguay e Uruguay

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 Boletin Agosto 2007 

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